Seokjin pertenecía a ese grupo de personas que eran juzgados por el número de tatuajes que cubrían su cuerpo. Kaet perteneció por momentos a ese grupo de personas que juzgaba a los demás por su apariencia, así que en su mente, criticó a Seokjin por lo mismo. Sin embargo, con el tiempo se dió cuenta de que haberse topado con él en aquella horrible fiesta, fue de los mejores acontecimientos en su monótona y poco atractiva vida. Existía un hilo rojo que los unía, uno de amor y mucha, mucha tinta. »Hetero. »Fanfiction. »Errores ortográficos »Portada preciosa de @ohmyjooon.