La futura Reina del Alsacia, la princesa Eleonor, parece una dama perfecta a los ojos de la sociedad, su sonrisa encanta a todos quien la miren y se rumorea que su personalidad es tan buena que se le comprara con los ángeles . ¿Acaso puede haber una Reina más perfecta? Todos creen que no, pero la princesa que se baña en los arroyos con peces y atrapa ranas con las manos no piensa lo mismo.
Valiente, de espíritu libre y con una mente pervertida que indigna a las damas, la futura Reina no es para nada la dama correcta que todos piensan. La fuerte educación no ha menguado su alborotadora personalidad y el Rey solo ve un camino, casarla.
Pero la princesa Eleonor no piensa lo mismo y decidida a vivir su vida como quiere, en su cumpleaños número 25 escapa del palacio dejando a medio reino asustado por un posible secuestro.
El Duque Allard no necesita una mujer, mucho menos a la rubia que aparece durmiendo en el almacén en su familia, ya tiene suficientes problemas con los que lidiar, pero aquella chica tiene algo que lo llama a pecar y no es solo su pervertida personalidad, algo lo atrae como una polilla a la luz, amarla es tan fácil como respirar, pero ¿Quién es ella y por qué escapa cada vez que hablan de la princesa?
Una difícil decisión y un amor que traspasa la barrera del deber, aquí solo hay cabida para una pregunta ¿Te quitas la camisa tú, o te la quito yo?
Las votaciones del año 2036 son algo que no me emociona, ya que los candidatos, a mi parecer, no valen la pena, en especial Alejandro Villanueva, aquel chico que se burlaba de mí por mi sobrepeso y al que ahuyenté cuando decidí defenderme. Mi encuentro con él y mi comentario imprudente en la fila para votar es el inicio de una propuesta que no puedo rechazar, así como tampoco puedo negar la profunda atracción y el inmenso deseo entre los dos.
De la noche a la mañana me he vuelto la futura dama y también he descubierto que soy la obsesión del presidente.