Sophie, un nombre dulce y armonioso, ¿quién pensaría que alguien llamada Sophie tendría tantos secretos? Desde la distancia miras sus pequeños labios, de un color rosa pálido, y, lo primero que quieres hacer es oprimirlos contra los tuyos en un duro beso, lo segundo es acariciar sus rizos castaños con tus dedos, acercar tu nariz a ellos y aspirar su aroma a dulces fresas. Y tercero, te derrites de ternura cuando las comisuras de su boca forman la más cálida y radiante sonrisa. Sophie es embriagante, una pequeña muñeca de fina porcelana. ¿Realmente puede ser tan perfecta? No. Las pequeñas y más débiles partes de la linda muñeca Sophie caen en pedazos. Solas y abandonas en las sombras. Arrumbada en el duro concreto, aplastada contra la fiereza de su pasado y atormentada por sus secretos. Sophie, con su mal carácter y temperamento descontrolado, narcisista y con un ego elevado hasta el cielo. Por que estar rota no es suficiente para ella. Ella también quiere romperte a ti. ¿Será Louis quien pula a la pequeña muñeca Sophie?, ¿será quien limpie las manchas y la miseria? ¿Será aquél que logre poner una lagrima en el suave y terso rostro de Sophie? Sophie no lo cree, y Louis quiere creerlo.