Ella no lo recordaba en lo absoluto.
Él no podía sacársela de la cabeza.
Un comentario y un mensaje en Instagram fue lo que le dio lugar a que algo entre ellos comenzara, una buena amistad que poco a poco fue evolucionando, volviéndose lo que ellos querían. Y si bien la atracción entre ellos fue inevitable, su juego la volvió más interesante, con un premio tentativo para ambos, fue la excusa perfecta para conocerse un poco más cada día.
Sabrina estaba dispuesta a seguirle el juego, quería averiguar qué tan lejos podían llegar, pero había algo que los dos ignoraban: la distancia que los separaba, ninguno estaba en el mismo continente y eso inevitablemente, con el tiempo, se volvería un problema que ninguno podría dejar pasar.
Eso junto al secreto del chico de Instagram, podía cambiarlo todo entre ellos en un abrir y cerrar de ojos.
Historia registrada, prohibida su copia, adaptación o reproducción física y digital en páginas, redes e impresión entre otros medios.
Las votaciones del año 2036 son algo que no me emociona, ya que los candidatos, a mi parecer, no valen la pena, en especial Alejandro Villanueva, aquel chico que se burlaba de mí por mi sobrepeso y al que ahuyenté cuando decidí defenderme. Mi encuentro con él y mi comentario imprudente en la fila para votar es el inicio de una propuesta que no puedo rechazar, así como tampoco puedo negar la profunda atracción y el inmenso deseo entre los dos.
De la noche a la mañana me he vuelto la futura dama y también he descubierto que soy la obsesión del presidente.