John amaba a su hija con todo su ser, era una pequeña alegre, cariñosa, amigable y curiosa. Pero cambiaba radicalmente cuando escucha un «Voy a una cita con...» de su parte, incluso duraba un día entero sin hablarle. Él piensa que son cosas de infantes, hasta que descubre más de una verdad abrumadora detrás de aquellos celos.