-Mamá, ¿conoces a aquel señor que está afuera? -pregunté a mi mamá cuando entré a la casa. Mi madre llego a mi lado con la interrogación marcada en su expresión. - ¿Quién hija? - Abrí la cortina y le señalé el hombre, mi madre puso cara de asombro, susto y horror, nunca había visto tantas emociones juntas en un sólo rostro y mucho menos en el de mi madre. -Ni se te ocurra acercarte a ese hombre Madeline - me advirtió después de su largo episodio de shock, me veía amenazante pero simplemente no le tomé importancia y ella se dio cuenta así que volvió a advertirme con mayor ímpetu -Lo digo enserio Maddie no te acerques a él - Y así inicio todo, pensé que era algo irrelevante, que la curiosidad no me iba a matar, pero no fue así, no me mato, pero tampoco volví a vivir de la misma manera.