La felicidad es relativa, no podemos ser felices a cada segundo, pero si sufrimos lo suficiente, nos damos cuenta que, en el pasado fuimos felices a comparación, esto es una jodida mierda.
¿Por que esperamos para ser felices? ¿Por que comparar las situaciones para saber cuál es mejor y declararla como felicidad? ¿Alguna vez fui feliz? Espera, ¿Al menos se que es la felicidad? Son preguntas fáciles ¿no?, y tan difíciles de contestar.
Siempre me he considerado una persona independiente y fuerte, al menos en lo emocional, créeme, se lo que soy, cualquiera que hubiera estado en mi lugar, al menos un año de mi vida, posiblemente no hubiera sobrevivido.
Yo Elizabeth Carson, soy hermosa y fuerte con todo... con todo menos con el, ese chico, el maldito ojiazul, la persona que me hizo sensible, débil ante el, tan frágil como nunca pensé que podría llegar a ser, ¿y lo peor? Ame esa debilidad, me hacía sentir viva, encendió un llama en mi tan fuerte, que considero yo, es imposible de apagar.
Pero siempre hay algo malo ¿no? Siempre hay mentiras, malas intenciones, y alguien que sufre tanto, que desearía estar muerto, quizás lo último, sea yo. Y el, el sería esa persona que me hizo feliz, y me supo destruir hasta el punto que ya nadie mas podrá hacerme daño.
Después de unos meses me volví a enamorar. Sofia y sus ojos verdes me hipnotizaron, me volví esclava de ella, de su forma de amar, de su bondad, de su sonrisa, de su forma de hacerme el amor. Aquella mujer de 36 años se robó mi corazón por completo.