En un mundo perfecto, siempre hay ciertos rostros que nunca se muestran de más. En un mundo perfecto, la gente sigue las reglas e intenta llevarse bien con todo mundo, incluso si tienen que mentir, no importa nada más que la apariencia.
Sí, en un mundo perfecto todo lleva un perfecto orden. Orden que Andrew Ferrer siempre ha llevado, pero orden del cual, tal vez comienza a cansarse. Orden que rompe cierto chico de ojos bonitos que está en todos lados a los que va. Chico que lo mira como si fuera el rey del mundo, o de su mundo. Chico que es todo lo imposible para Andrew.
Pero chico en el cual no puede dejar de pensar.
•||PROHIBIDA CUALQUIER ADAPTACIÓN, NI COPIA||• ESTA HISTORIA ES COMPLETAMENTE MÍA•
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.