Una vez más su presencia abrumante estaba ahí, justo en el centro de aquella habitación casi descuidada, con esa mirada casi divertida pero con culpa, algo extraño en verdad, algo que removió su corazón. El se esperaba un puñete, un reclamo, cualquier cosa que le indicara que su presencia no era bien recibida, más sin embargo nunca se esperó un abrazo. Un simple acto que hizo que su mundo temblara y el dudara.All Rights Reserved