En aquel claro lleno de sus flores favoritas Artemisa comenzó a sentirse observada, quiso pasar por alto eso pero no pudo y jurando no volver a hacerle caso a Calisto en dejar en su arco en su templo de Efesios, siguió maravillándose con la vista, a pesar de sentirse observada. Y es que en claro no solo habían "La Dama de Noche" sino que también habían "Duriòn" "Trompeta de Ángel" "Flor de Luna" "MoonFlower" y "Onagra" que era la única en etapa de floración, para Artemisa todo aquello era más que hermoso, para el cazador lo era también pero lo que más le llamaba la atención era la diosa en si, por lo tanto y tratando se hacer en menor ruido posible intento acercarse un poco a ella pero su plan se al Tártaro debido a una rama seca que piso por accidente.