Layla sabe dos cosas perfectamente: la uno, es que su piel es sumamente blanca y después de cada golpiza que le da su padre queda marcada durante un buen rato; y número dos, que por mucho que se aleje del exterior siempre la va a perseguir su pasado, la silueta de su padre la sigue atormentando. Su tía la ha ayudado, pero nada es eterno. Aprenderá a seguir adelante cuando haya perdido a las personas que más apreciaba en la vida, y también cuando salgan a flote varios secretos y revelaciones en los que ella a sus veinte años estaba inocente. En su segundo año de universidad descubrirá que las disculpas, los lamentos, los secretos, e incluso el amor vendrán transformados en una especie de aullido, pero ella debe saber cómo identificarlos entre el silencio de la noche. 🏅: #1 en "aullido" ❤️