A él no le importaba ser la burla de todos, no estaba cómodo con eso pero no podía ser como realmente era, eso sólo le traería más problemas a su vida escolar, bastante tenía con recibir reproches, empujones y caras de fastidio por parte de todos; eso era evidente que no le interesaba para nada ya que nadie tenía pruebas que lo tacharan de prostituto; aunque estuviesen en lo cierto. Sin embargo, esa tristeza que sintió al comienzo fue desapareciendo con el tiempo debido a él, San, un chico con el que al principio no se llevaba bien pero que después se convirtió en su ser más amado, lo amaba hasta tal punto de dar la vida por él si la situación lo requiriera.