Después de tantos años Bright logra escapar de la cárcel y evadir su condena perpetua. Lo primero que hace es buscar a su pareja del cual no volvió a saber nada posterior de su encierro. Es tanta su necesidad de encontrarlo que termina uniéndose a la policía donde pasado el tiempo tiene en manos su propio caso, no habría problema en eliminar toda la información sino fuera por el compañero que se le asigna, esa persona que anhelo ver nuevamente y que ahora no lo recuerda. "Win no debía ser un ángel porque para Bright siempre sería un demonio, su demonio."