Difícil de creer, ¿no? Quién podría creer que una mujer pudiera ser virgen a los treinta años, siendo considerada por la sociedad como alguien hermosa y que debe tener al mundo a sus pies. La verdad ella a no le importaba, no solía preocuparse por ello y solo vivía su vida. Después de todo, hay problemas mayores en el mundo para que ella se preocupe con quién y cuando la va a perder.