Gabriel y Suzanne rompieron las reglas esa noche: fueron uno solo aún cuando la sociedad les había gritado desde siempre que una persona atractiva no puede estar con una que -según ellos- no lo es. Ella es una mujer obesa y él un hombre que cumple con los cánones de belleza impuestos por una sociedad estereotipada y superficial. Ambos se conocen y surge lo impensado: un fuego abrasador que lo consume todo.