Le encanta cantar. Y tocar la guitarra. Pero, sobre todo, le encanta cantar tocando la guitarra. Sin embargo, hubo un tiempo en el que no podía: su cabeza no la dejaba. En ese momento, rompí nuestra promesa de cuidarnos a ambas - ya que ella sigue siendo nefasta en escuchar sus propias necesidades -, y estuve al borde de ese pozo lleno de fantasmas en el que se había sumergido.