Ojos rojos, expresión fría, y porte misterioso.
¿Una pintura puede ocultar tanto? Yo creo que sí...
A Victoria le encantan las historias de misterio, el arte y la sencillez de la vida. Pero la curiosidad te puede llevar a lugares que nunca pensaste que existían.
Además, encontrase una pintura en un salón abandonado no es la gran cosa, después de todo, una pintura no es más que arte, ¿verdad?
O eso es lo que éstas quieren aparentar.
Ella decide llevársela a casa... ¿Acaso eso traerá problemas? Quien sabe...