Érase una vez una chica.
Sólo una chica.
La cual, si no podía dormir, pensaba.
Y aquello que pasaba por su mente, lo escribía.
Estas son pequeñas muestras de noches sin dormir y tardes sin pensar (sólo sentir)
Cada segundo de la noche tiene distintas emociones; algunas son oscuras, y ,otras, simplemente están ahí...
Las emociones empiezan a tomar el control... una última vez... un último día...
Es hora de sobrevivir a esta larga noche... o morir con ella... sin dormir, solo sentimientos, hasta que colapsen... hasta el amanecer.