No todos los cuentos de hadas tienen que ser mágicos y fáciles. A veces la vida nos hace equivocarnos y perder lo que una princesa más puede apreciar, al príncipe. ¿Qué pasaría si Cenicienta no hubiera perdido el zapatito de Cristal? ¿Y si el Príncipe dejara de buscar a la princesa?. Si ninguno de los dos se decide a luchar, será el destino quien deba interactuar, para hacer que todo quede en el orden absoluto que algunas personas, inocentemente, deciden llamar felicidad.