Se cree que el dinero y el poder pueden comprar la felicidad,pero para mí no han sido más que causantes de que no conozca lo que se siente ser feliz. Desde pequeña he aprendido que no puedes confiar en nadie ,pero resulto irónico que mi propio padre me usara como moneda de cambio a su beneficio. Aunque tal vez el beneficio es para alguien más.