La esperanza tiene dos hijas : la ira y el valor. La ira para indignarse por la realidad y el valor para enfrentar esa realidad e intentar cambiarla . A las mujeres y a los hombre que entre la ira y el valor intentan a diario construir un mundo libre de violencia ....... Está no es la historia de un viejo sucio que descubre que le gusta tener sexo con niñas o niños de incluso cuatro años de edad no está es la historia de diferentes víctimas del abuso y comercio de menores ,sin embargo resulta más peligroso guardar silencio sobre el fenómeno. Ante la muda complicidad de la sociedad y el mundo entero , Miles de niñas y niños son víctimas de comerciantes que los convierten en objetos sexuales de millones de hombre que encuentran en el abuso sexual infantil y en la pornografía un deleite personal sin cuestionamientos éticos . Hermosos lectores acompáñame a leer la historia de Lydia.All Rights Reserved
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