Ser la única hija de cuatro hermanos no es nada fácil, y más si eres una mujer mulsumana y vives bajo las extrictas ordenes de tu padre, sin poder hablar ni protestar todo te resulta un infierno, eso es lo que le pasa a Nora, para ella nada tiene sentido viviendo amargada en esa casa, pensando que casarse iba a librarse de sus problemas,accede a casarse con un hombre mucho mayor que ella, y su calvario no ha echo más que empezar, su día a día es un sufrimiento, golpes, amargura... Pero todo cambia cuando nace su hija, con la ayuda de un primo logra escapar de su país, no quiere que su hija tenga la vida que ella tiene. Viaja a París y allí conocerá a Yesvi Nizar el hijo de su jefe,ambos llegarán a un matrimonio concertado, solo seran pareja delante de la gente, en la intimidad unos desconocidos.