Había una vez una niña que se llamaba Maria. Ella siempre llevaba una cinta de ceda roja atada en su cuello con nudo bien apretado y con un lazo bien hermoso que llamaba la atención de todos. Desde que ella estaba en la primaria había un niño que solo pasaba con ella y se llamaba Juan y siempre salían al parque a jugar, todos los días y al pasar el tiempo siguieron las secundaría y todos en el colegio siempre se hacían la pregunta por qué, Maria lleva siempre el lazo en su cuello y cuando le preguntaba ella se limitó a sacudir su cabeza con suavidad sin dar respuesta alguna, pero a ella se le hacía normal que sus compañeros le preguntarán y ella sin dar respuesta alguna. Tiempo después, María y Juan se hicieron novios y pasaron los años como se veían estables se atrevieron a casar. Maria tuvo tres hermosas hijas. Las hijas también le preguntaban a su mamá de porque siempre tenía la cinta, roja el su cuello y cansados de no recibir respuesta de su madre dejaron de preguntarle, decidieron ir de campo su familia la pasaron de lo mejor como un día cualquiera se encontraron con una hermosa cascada y un lago que el agua era cristalina todos se metieron al rio menos Maria y todos le veían nerviosa a su madre y su familia le decía mamá venga disfrute el agua que está rica pero ella movía la cabeza sin dar respuesta alguna y María decide caminar una rato y se tropieza y quedo asustada temia que su lazo se aflojara y fue de nuevo donde su familia. Así vivieron durante muchos años hasta que un día Maria se enfermó gravemente y dijo entre lágrimas: Juan, siento que voy ah dejar a mi familia sola.¿ Todavía quieres saber por qué siempre llevo la cinta roja atada a mi cuello? Juan asintió, se secó las lagrimas de sus ojos y la abrazó fuerte y Maria le dice a Juan quítame la cinta y fue cuando Juan temblorosamente hacía el cuello de Maria y desato lentamente él apretado nudo. El mismo momento que Juan le aflojó la cinta por completoAll Rights Reserved