Libro 2 de la saga Dueños.
Cuando a la gente le das lo que quiere escuchar, es fácil manipularlos. Los halagas, les haces sentir superiores aunque no sean nada a lado tuyo y contarles una historia diferente a la que ya escucharon es un punto clave, una dónde tú no eres el bueno, pero tampoco eres el malo. Todo solo porque cuando detectan algo bueno dentro de la miseria y lograste llamarles la atención, es facil que te justifiquen y sinceramente es algo que todos disfrutamos y es sencillo porque siempre hay un curioso que quiere saber el otro lado de la historia, con uno solo de esos uno puede justificar incluso la muerte de su madre. ¿Sabes por qué la gente está de mi lado?, por qué les gusta identificarse con situaciones que en su puta vida les pasará, o eso creo. Realmente esto es fácil ya que solo debes demostrar lo obvio, evidentemente la gente como yo vive la misma mierda emocional que la gente común aunque con un toque más interesante, pero por algún motivo, agregar un poco de falso arrepentimiento a las historias con un toque romántico ayuda bastante a qué la gente quiera justificarte. No fue difícil para mí llegar a dónde estoy ahora, no estoy en la mierda, porque los tengo a ustedes, a la gente que me apoyará porque simpatizan conmigo a pesar de que soy un completo hijo de puta. Pero bueno, eso dependerá de exactamente cuál historia en este momento este ante ti. - Suspira pesadamente - La historia como tal tiene sus partes turbias pero la cuestión es que nunca oculte nada y aún así hubo quienes me defendieron a mí, aunque evidentemente hay cuestiones en las que efectivamente, yo no fui el malo.