En cierta ocasión, en una ciudad de calles muy limpias y empedradas, llena de plantas silvestres habitaba Macaria, todos la conocían, muchos le tenían aprecio y la querían, ya tenía sus añitos encima, pero nunca se había casado, pero no por eso era aburrida ni tenía mal carácter, al contrario, era audaz, intrépida, tenía una forma muy peculiar y graciosa de hablar, pero ella hablaba así porque había agarrado esa manera tan característica de hacerlo.All Rights Reserved