En mi balcón, parada ante el desamparo del mundo acaricio el aire por primera vez. ¿Qué es este sentimiento? No es el aire quien me acaricia, soy yo quien lo acaricia a él; aunque parece que no le gusta pues siento cómo se vuelve frío y pesado al tacto de mi palma, buscando un escape entre mis delgados dedos. No debe ser difícil sentirse como yo.All Rights Reserved