Los conejos también muerden

Hace 1000 años los dioses aburridos decidieron bajar y divertirse en el mundo mortal, solo algunos se quedaron en el Tenkai o en el Inframundo.

Algo que ellos no esperaron fue que al bajar al mundo mortal perdieran la capacidad de tener hijos, algunos no les importó, a otros los alegró, y otros se pusieron muy triste. Un ejemplo seria la reina del inframundo y la diosa de la primavera, Perséfone, ella quería tener un hijo junto a su amado Hades, pero eso ya no se podría.

Hades al ver que su reina estaba triste, él se comprometió a buscar un mortal digno de ser su hijo, tardó 1000 años, se estaba cansando, no había nada de lo que él quería, Hades quería un humano tan puro y noble cómo Perséfone pero al mismo tiempo tan despiadado y desinteresado cómo él.

Hades había escuchado de su hermano Zeus que su familia junto a la de Hera se enfrentarían a las 3 misiones. Hades no tenía interés en las 3 misiones, pero su opinión cambió al sentir un alma tan pura como la de su amada, eso le había parecido interesante, pero no era lo que buscaba, iba a seguir derecho, pero sintió cómo aquel alma tan blanca cómo la nada era rodeada por una oscuridad mayor a la del abismo, él lo había encontrado, había encontrado a su heredero, el humano llamado Bell Cranel.