Solía pensar que los cuentos de hadas no eran reales, la bruja mala nunca sería derrotada, el gran dragón que me custodiaba jamás sería vencido, nunca llegaría mi príncipe azul y me salvaría, que equivocado estaba. El día que conocí a mi príncipe azul no llegó en un caballo blanco blandiendo su espada, muy al contrario conducía una Haley-Davison street 750, no combatió contra un gran dragón pero me salvó, se quedó a mi lado y me amo como nadie lo ha hecho. Todos nuestros recuerdos, nuestros sueños, cada uno reposaba en mi mente, juntos construimos un gran castillo en el que solo exitieramos los dos, en el que pudiéramos ser felices...pero no todo dura para siempre, desafortunadamente nuestro refugio era tan frágil como un cristal con solo un toque este se rompió y yo me rompí con el.