-¿Ese no es el Patriarca de Yiling? - Susurros que se escuchaban perfectamente a varios metros de distancia. -¿Viste a su séquito? Esta lleno de mujeres y de hombres jóvenes Omega- Pensamientos llenos de morbo y de lascivos deseos. Ese era Wei WuXian, mejor conocido como el Patriarca de Yiling. Efectivamente, era el mejor Guerrero de Cultivo que ayudó a asentar la paz entre clanes cuando derrocaron al anterior Líder de QiShan Wen: Wen RuoHan. Como recompensa de aquello, se le entregaron las tierras de Yiling, cercanas a Yunmeng para poder visitar a su hermano líder del Clan y cerca a los Túmulos Funerarios donde contenía a su inmortal ejército. Todo aquello le fue dado sin ningún reparo ante tan valiente acto. Pero... -Buenas noches- Sus mejillas eran tan pálidas como siempre, pero sus orejas se tiñeron de carmín al escuchar un susurro. -. . .- No le iba a responder... Inclinó su cabeza en un elegante ademán y una ligera reverencia, pero en menos de un parpadeo tenía en su rostro una flor de magnolia. -¿Por qué no pasas y descansas mientras me haces compañía? - Solo cuando estuvo a punto de dar un paso al frente, fue consciente que estaba a dos pisos de distancia del otro y que aún así la voz de este resonaba claro en sus oídos... O simplemente su vista era espectacular y le podía leer los labios. Su mirada se crispó ante el sentimiento: era un Alfa y no cualquiera... Uno dominante.
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