Todos tenemos un detonante, ese algo que despierta dentro de nosotros, y a veces, sin que nos demos cuenta, nos cambia de la noche a la mañana. Y dicho detonante apareció en la vida del Maknae de BTS, con 23 años Jungkook sucumbió poco a poco ante el estrés de sus labores y la desesperación que causaban todas las malas críticas recibidas. Los ensayos, conciertos y convivencias, eran la monotonía en la vida de los chicos, algunas veces apenas y lograban descansar entre ensayos, sumado a todo eso, los llanto nocturnos del menor del grupo. A la vista, todo era normal y estaba bien, aunque, eso se acabó aquella noche, jamás se esperaron encontrarlo así... Escritxr principiante. 100X100 mía. No copiar, ni adaptar.