Aunque nunca volvimos a hablarnos, seguimos indisolublemente unidos; tanto como pueden estarlo dos personas. No encuentro las palabras para expresar esto adecuadamente. Él lo expresó mejor cuando dijo que ya no éramos dos seres distintos, y que nos habíamos convertido en una tercera persona, formada por los dos. Ninguno de los dos existía en forma independiente de ese ser. Y ese ser andaba a la deriva. "Los puentes de Madison", de Robert James Waller. ilustración utilizada en la portada: @mandallin [Twitter]All Rights Reserved
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