
Nadie nunca dijo que las razones por las que tememos están realmente fuera; no dentro de nosotros. La bestia estaba de pie, hambrienta, mirándolo desde la ventana mientras rechinaba sus enormes garras contra el cristal. Los millones de ojos se asomaban codiciosos en el armario. Así como las pisadas de devoradores y locos en busca de la sangre que corre por tus venas... El pánico es verdadero, así como los demonios y monstruos.All Rights Reserved