Con el corazón roto, Uraraka después de ver al chico que le gustaba declararse a otra persona, se sumerge en un rio de angustia. En el camino desolado llega a toparse con la última persona que deseara que la viera tan débil. Pero nunca pensó que aquel rubio explosivo, en vez de gritarle o mandarla a volar con alguna de sus explosiones, fuese a darle ánimos. Y convertirse en su apoyo en su misión. ⚠️Prohibido la copia de esta historia⚠️