Había un gran vacío en aquellos ojos, pedían auxilio a más no poder. Yeonjun y su triste expresión destrozaban mi alma, aquella sensación de querer ayudarlo nació en mí después de tres años, tres años en los que viví ignorando su existencia. La tristeza que le había rodeado no me había importado hasta el momento en el que mientras dormía me exigió ayuda. Y eso es lo que haré... Ayudarlo. Pero... Si sus ojos gritaban ayuda, si en sus sueños exigía que lo ayudara. ¿Por qué esos labios de un rosa pálido lo siguen negando? ¿Cuál es la razón para no aceptar mi ayuda? Dicen que la tristeza es contagiosa. Yo me tomé el tiempo de descubrir si lo que dicen es verdad. ---------------------- **No se aceptan copias, adaptaciones o traducciones. *Homosexual.