Lisa Manoban y Jennie Kim llevaban una relación de un año y medio, todo estaba bien, por lo menos así lo creía la mayor (por algunos meses) de las dos, sin embargo todo cambia radicalmentemente. Para Jennie, esto era la mismísima prueba de que todo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos, la mismísima prueba de que nada era eterno y que el destino podía ser malvado; dejando en el olvido aquel amor inconcluso entre la thailandesa de cabellos rubios y la pelinegra surcoreana.
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