
Ángeles y humanos; diversas efigies coexistiendo en tierra de nadie; algo inimaginable. Mas aún más impensable el amor -y la desgarradora inquina- entre ambas especies.
¿Quién diría que el empíreo no es el cielo, sino su figura y la calidez de las alas es céfiro en comparación con sus comisuras ensanchadas?
"Nosotros, los ángeles, protegemos vidas ajenas como si de la nuestra se tratara; nos aferramos como guardianes. Nuestra misión es la protección de dichas vidas, aún si tenemos que entregar nuestra alma a cambio".
"A los humanos no les importa ángel o demonio, ambos somos monstruos para ellos".
"Lo único que temo y te concierne es tu partida".Все права сохранены1 часть