Raramente soy conciente del daño que tengo en el interior. Raramente reconozco lo jodido que estoy. Raramente me atrevo a afrontar la marca que me cubre el dorso de la mano y parte del antebrazo. Raramente dejo de pensar en ella. Ojos marrones, cabello castaño, labios rosados y esperanza. Ese fatídico día ella significo eso. Esperanza... Mi esperanza.