Yo soy un Maestro de Maestros y tal vez les cueste entender si soy una persona, una aparición o un fantasma; aunque fantasma, desde ya les digo que no soy, pues un fantasma es un hombre del mundo ordinario para quienes se encuentran transitando este camino que intento mostrarles a los dos Espíritus Maestros reencarnados, de quienes no importan los nombres. La otra Maestra de Maestros es mi amadísima Sophía; entre ambos enseñamos a Ellos el Camino del Conocimiento que nosotros experimentamos cuando teníamos un cuerpo hace más de cien años y en el que se trata de mejorar como persona y desechar todo aquello que nos coarte o nos condicione para llegar a la meta de la Libertad y Ser Feliz; y digo la meta, a pesar que pareciera que fueran dos, porque cuando se es Libre se es Feliz y la Felicidad no otorga otra cosa que Libertad. No s contactamos a través de la hipnosis. Ellos debían buscarnos, así estaba planificado. Tuvieron que pasar por un proceso difícil, muy difícil; Él sobre todo. Debía desechar los sentimientos de amor humano y dejar surgir el Amor Supremo que conocen los Espíritus Maestros.