"Linda moto", grito con una sonrisa altanera. "Es una pena que quien la maneja sea un completo idiota", digo con voz arrogante y un poco socarrón.
"Lindo auto, lastima que quién lo maneja sea un enano de mierda", responde burlón. Al escucharlo frunzo el ceño molesto, pero mi sonrisa vuelve a nacer.
"Hagamos una apuesta, si yo gano esta carrera, me quedo con tu moto y... te vuelves mi maldita perra Styles", digo con chulería.
Él rizado sonrió y alzo las cejas, mandándome una mira de que estaba seguro que iba a ganar y que no ni siquiera se ofendió ante mi comentario.
" Acepto, serás mi perra, Tomlinson", dice él.
"Eso lo veremos, Styles", respondo.
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Donde Louis y Harry son corredores de carreras clandestinas, y enemigos.
Gi-Hun busca acabar con los Juegos, pero no sabe que In-Ho, el hombre tras la máscara, arriesga todo para protegerlo. Entre la tensión de los retos y las miradas, ambos se acercan peligrosamente, atrapados entre el deseo, los secretos y un sentimiento que podría destruirlos.