Jungkook, un Omega estudiante de la preparatoria de 17 años, tan solo un chiquillo con muchos sueños que no cualquiera estudiante querría, parte de su vida no fue fácil, sobretodo en su vida amorosa, su novio lo amaba, no tanto, pero lo hacía, pero Jungkook no sentía nada por él, más que cariño pero como un amigo, solo que él no se atrevía a decírselo... Hasta que un día en una tarde nublada, conoció al amor de su vida... Kim SeokJin un alfa serio, hijo de uno de los empresarios más millonarios de todo Seúl Corea, Kim dejo de creer en el amor cuando rompieron su corazón, pero su vida volvió a tener colores cuando vio a un pequeño Omega sentado en el parque mirando a unos pequeños niños jugar, desde ese día volvió a creer en el amor... Pero no todo termina feliz. La familia Kim tenía un oscuro secreto, que si algún día alguien se entera de eso, probablemente su vida sea un infierno, ese secreto podía llevar hasta la muerte a muchas personas que se involucren.
¿Quieres saber que pasara?, Si te gustaría saber que habrá más adelante lee la historia.
-¿Quién es mi Omega? -gruñó Harry, su voz grave, ronca, con un filo de amenaza en cada palabra.
Draco no respondió de inmediato, su orgullo luchando contra su cuerpo.
Entonces un dedo lo rozó justo ahí, provocándole un espasmo que lo dejó sin aire. El Omega gimió, desarmado, empapado, rendido.
-Te hice una pregunta -volvió a gruñir Harry, esta vez más cerca de su oído-. Sé sumiso... sé mío.
Draco lo miró con los ojos empañados, temblando, resistiéndose... pero sus caderas ya se movían buscando más.
-Tú... tú eres mi Alfa -susurró por fin, derrotado en el único lugar que aún se negaba a rendirse: su voluntad.
-Dilo bien -le exigió Harry, mientras con una caricia lenta y tortuosa lo volvía a hacer gemir.
Draco chilló bajito, su cuerpo perdiendo el control.
-¡Soy tu Omega! -gritó, aferrándose al cuello de Harry, arañando su espalda-¡Tuyo, solo tuyo!-
Harry lo gruñó entonces, satisfecho, su alfa rugiendo de placer por oír lo que tanto ansiaba.
-Eso está mejor -dijo con una sonrisa oscura-Ahora sé un buen Omega... y quédate exactamente así.
La verdadera tortura apenas comenzaba.
Y Draco lo adoraba.