«La imaginación es la única arma en la guerra contra la realidad» Amancay siempre creyó en ello, En que los libros eran su mejor escudo para protegerse del mundo. Donde había magia, se sentía acorde. Hasta que un día el arma se volvió en su contra. El reloj se daría vuelta y el tiempo la perseguiría. Quedando solo la opción de correr en un laberinto en busca de respuestas, que solo le darían más preguntas. Y ahora la magia, el poder y el miedo no estaran solo entre páginas.