Li JiaHeng era de los mejores aristócratas del emperador; por ello nunca pensó que su regalo para celebrar sus buenos servicios y su lealtad, fuera un panda. Quizá fuera mucho pedir un baúl de joyas, o una de sus adorables esclavas obedientes; sin embargo, el emperador mismo había mandado aquel presente hasta su casa, sería ejecutado si no lo recibía como si fuera lo mejor que le hubiesen dado en la vida. Si, bueno, lo que no esperaba es que no fuera un regalo, si no su ultima misión como aristócrata, pues pronto el imperio caería y no habría nadie a quien servir, nadie salvo aquel panda pesado que de un modo u otro, salvaría a más de un alma si Lia lograba su misión. ︙❝ ¡¿Cómo se supone que ame a una cosa tan extraña como tú?! ❞