La noche había sido larga, la primera del año, algunos habían bebido mucho pero no tanto como ella.
- Joder ya pareces mi madre - Sus pasos eran poco coordinados - ¿Ya te dije que te quiero mucho?
- Sí, sí ya cállate que nos van a oir - La senté en la cama, quite su brazo de mi cuello la dejé caer - Joder después dices que yo soy la fresa.
La dejé allí quieta y callada, parecía que al fin se había terminado la lucha.
- No te vayas, sabes te quiero mucho - Se había sentado de nuevo, me abrazó y me habló al oído.
A los minutos salí desconcertada no podía creer lo que me había dicho, camine algo bacilante, quizás el alcohol había hecho efecto o quizás se me había bajado la presión.
Busque su habitación, necesitaba de su calor y consuelo. Todo estaba en silencio, gire la perilla y abrí lentamente, asumí que estaba durmiendo.
- Ya quería que la noche acabara - Su dorso semidesnudo con las manos sobre él, mientras lo ahogaba con su boca - Dime que lo deseas tanto como yo.
No decía nada solo la besaba, dando la estocada final y acabando con mis ilusiones.
Corrí ahogada en mi sollozo, no quería estar más en allí.
No podía creer todo lo que había pasado en esa noche, cuántas mentiras habían salido a la luz.
Yo también tenía mi lista de silencio, pero jamás había pensado que quienes amaba tuvieran una con mi nombre.
Ahora podía entender que absolutamente todos tienen historias y pensamientos que resguardan en el silencio más profundo, por temor a perderlo todo o por temer a no saber lidiar con lo que puedas ganar.
Y es que en la vida todos tenemos infinitas palabras que callamos de manera consciente o inconsciente, haciendo que exista una larga lista de lo que jamás dijimos.
El plan de Emma era simple: esperar el día de la fogata para hablarle a James, quien ha sido su crush por más de un año, pero nunca había tenido el valor de acercarse a él. Cuando Emma finalmente está decidida a dar ese paso, nada sale como esperaba, y por equivocación termina besando al hermano de James, Ander.
Lo que comienza como un accidente se convierte en un trato inesperado: Ander le propone fingir ser su novia para darle celos a su ex y lograr que regrese con él, a cambio de ayudarla a acercarse más a James. Aunque al principio Emma duda, termina aceptando, creyendo que así estará más cerca de cumplir su objetivo. Sin embargo, lo que no esperaba era que este acuerdo desordenara su corazón y la hiciera cuestionar sus verdaderos sentimientos. ¿Qué sucede cuando un plan perfecto se convierte en el caos que lo cambia todo?