Te sientas en un banco dentro de una catedral abandonada, contenta de haber escapado de la tormenta afuera. Admiras las pinturas y la arquitectura, cuando escuchas pasos. Un joven de cabello oscuro y ojos color avellana camina hacia el altar y comienza a cantar. Él se ve un poco triste y asustado. Una vez que para, el alza la mirada y se da cuenta de tu presencia. "Hola"