Jersey. Estaba enamorada de él y de todo lo que me hacía sentir. Y aunque él viviera en su mundo, yo era una soñadora que intentaba entrar a él. Sin si quiera conocerlo ya estaba enamorada de él, pero los enamoramientos son pasajeros, y yo no quería que él lo fuera. Todo empezó en aquel teatro cuando lo vi por primera vez, y todo eso se volvió una adicción cuando nuestros caminos se cruzaron. Así que todo esto y los siguientes acontecimientos que cambiarían mi forma de pensar y actuar tenían nombre propio, Jersey Colleman.