"Rose da un largo suspiro de cansancio, y luego camina hasta la habitación principal, suya, y de Jack. Abriendo la puerta, le es imposible no sorprenderse, el escenario que encuentra, no es ni una pisca de agradable.
Asombrada, y triste, se tapa la boca para no emitir ningún sonido.
<< ¡O DIOS MIO, O DIOS MIO! >>, se dice lo más fuerte que puede para si misma, lo que menos quiere es despertar a nadie. El trabajo se le dificulta, los ojos llorosos no te dejan ver muy bien... suerte que ella sabia de memoria el apartamento, y no tropezó con ninguna cosa.
Rápidamente, se dirigió a la cocina y se sentó en la primera silla a disponibilidad.
<< ¡¿Que mierda voy a hacer ahora?! >> se preguntó, <<seguir>>, se respondió también a sí misma."