La suerte favorece a los valientes... o eso creía Hijikata hasta que, de la peor forma posible, comprobó cuan sobrevalorada estaba esa estúpida frase. A quién se le había ocurrido semajante porquería? Él era valiente. Dónde estaba su suerte entonces? No a su alcance, eso estaba claro.
Recibir una maldición a través de su propia espada estaba mal, muy mal, pero todavía pasaba como una coincidencia... ahora... recibirla de una vieja bruja, a través de fluidos corporales, en su última guardia del mes, tenía potencial para llevar la palabra "desgracia" a un nuevo nivel... a uno que prefería no dedicar un segundo pensamiento.
Y hablando de suerte, Gintoki no sabía cómo calificar la suya.
Si tuviera que poner "vivir una pacífica vida" y "ser arrastrado en un jodido viaje por el infierno con el mismísimo Hijikata Toushiro, pero ganar mucho dinero en el proceso" en una balanza, cuál sería el extremo más pesado? Una difícil pregunta para la que no encontraba la respuesta adecuada. Algo le decía (probablemente el Pepito Grillo en su hombro) que no le iba a gustar cuando la realización lo golpeara, cuando el pesado bate de béisbol chocara contra su preciosa cabeza y la balanza se inclinase... Pero que podía hacer para evitarlo?
Esa respuesta sí la sabía: absolutamente nada.
Estaba jodido, bueno, los dos estaban jodidos y, por lo que había aprendido viendo los capítulos anteriores, nada bueno podía salir de ahí.
El líder de la roja, cabeza de una de las organizaciones más peligrosas, temidas y respetadas del mundo, queda cautivado por un peculiar doctor de cabellos castaño, el cual no parece dejarse intimidar por él.
⚠smut+21
⚠drama
⚠temas delicados (mafia, droga, etc)