Emily Morales, la típica joven con ganas de cumplir un sueño: ser una bailarina reconocida en todo el mundo. Ella, sencilla, perseverante, terca, decide perseguir sus ilusiones asistiendo a una audición que le hará cambiar tanto sus ideales como su vida de manera drástica, colocando en su camino a quien más detestaba, sin imaginar que llegaría a verlo con unos ojos distintos al desprecio: los ojos del amor.
Acompañada tan solo de su hermana y su mejor amiga, encarna situaciones relacionadas al amor y la aventura con su gran tormento, Geoffrey Royce Rojas, el mismísimo Prince Royce, donde nada es lo que parece ser, y resulta siendo, lo inesperado.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.