Con una sonrisa se despide, después de todo, esperaba que ese fuera el final.
Pero nadie le dijo a Wei Ying que las realidades pueden ser como las raíces de un árbol, en donde las posibilidades pueden ser múltiples e incontables. Que a veces un final, puede ser un nuevo comienzo...
Es aquí donde Wei Ying aprende que incluso en otro universo, a sus ojos plateados les es imposible permanecer apartados de los dorados. Y, que después de todo, hasta los malvados pueden obtener su final feliz. Incluso más, si desde un principio no fueron de hecho, malvados.
Los personajes pertenecen a la novela Mo Dao Zu Shi
Propiedad de MXTX