Luego de una muy difícil semana de exámenes, Zoro esperaba poder dormir hasta el día siguiente. Sin embargo, el sueño parecía tener un problema serio con él.
Esperando poder tener un poco de relajación sin esfuerzo para no morir del aburrimiento, fue en busca de Luffy y Usopp. Pero su nula orientación se burló descaradamente de él, llevándolo directo a la puerta de Sanji. No una, sino tres veces.
«Eres tan idiota como siempre», Pensó Sanji.
-Nadie pidió tu ayuda, cabeza de pato -Zoro dijo enojado. Al rubio le diobun tic en la ceja.
-Se dice gracias, Marimo de mierda.
-¡Hmph!
Zoro giró sobre sus tobillos y comenzó a caminar, Sanji lo observó alejarse con una sonrisa burlona en los labios. pero entonces, a medio pasillo, Zoro se detuvo un segundo y volvió a hablar.
-Gracias -Susurró. Sanji sonrió una vez más antes de adentrarse en su habitación.
«Eres un idiota, Zoro».
CRÉDITOS AL ARTISTA DE LA IMAGEN USADA DE PORTADA: @vovo2000_ZS
La iglesia fue el hogar de Sanji desde siempre, así que vio natural seguir su camino hasta llegar a ser sacerdote. De hecho, le quedaba muy poco para ser ordenado como tal, pero justo antes de recibir su ansiado título, unos piratas entraron a la fuerza a su iglesia. Por si fuera poco, el más bárbaro de todos lo tomó como rehén.
Sanji creyó, a su pesar, que sería vendido o asesinado para diversión de sus captores. Sin embargo, el pirata llamado Roronoa tenía planes diferentes para él. Y es que Roronoa pensaba enseñarle el verdadero significado de la palabra pecado.
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